Autor: Amalia Zarcero
Tener un salario acorde con tus expectativas, formación y experiencia es motivo suficiente para que comiences a considerarlo como una de tus prioridades en tu búsqueda de empleo. No nos engañemos, en general, nos gusta que nos paguen bien, o al menos, sentir que nuestro trabajo es recompensado económicamente.
Solemos sentirnos más motivados/as, cuando nuestro esfuerzo tiene compensaciones justas. Nuestro baremo lo solemos situar en función de lo que aportarnos en una organización. También, nos importan otras cuestiones, no tan monetarias, como es el salario emocional, la conciliación y las oportunidades de desarrollo profesional dentro de una empresa.
Muchas son las personas que mantienen “sentimientos encontrados” a lo hora de responder o solicitar información sobre la cuantía de lo que les van a pagar por su trabajo. Ya sea por subestimar su valor, o por cierto pudor por ser demasiados “materialistas, obviamos este tipo de compensación.
En el artículo de hoy, te vamos a mostrar cómo responder sin miedo ante la pregunta de “¿Cuáles son tus expectativas salariales?”
1. ¿Qué es la banda salarial?
La mayoría de las empresas buscan incentivos para retener el talento o mantener su plantilla satisfecha y productiva. Por ello, no es sorprendente que calibren objetivamente lo que están dispuestas a pagar por tu expertise.
Una banda salarial es un tramo de remuneración que una empresa estipula para un puesto determinado. Las organizaciones establecen criterios sobre el nivel de cualificación exigido, formación, responsabilidad y experiencia. Y lo comparan con las demandas del mercado y el sector correspondiente.
Además, se tienen en cuenta otras variables, como la viabilidad y rentabilidad de esa masa salarial en la empresa, junto con lo que marca las leyes del Estatuto de los Trabajadores y el salario mínimo interprofesional.
Es así como se fija una banda salarial, compuesta de una cifra económica que fluctúa desde una cantidad mínima hasta otra un máxima.
Pretensión salarial
El salario es la principal prestación que vas recibir en una organización por el desempeño de tus funciones. Tus pretensiones al respecto deben ajustarse a una serie de datos objetivos. La pretensión salarial es lícita, deseable y necesaria. Pero, cuidado, tampoco conviene que tus expectativas económicas sean poco realistas.
Una exhaustiva investigación de tu rango salarial te va permitir ubicar esas expectativas en un contexto más real. Desafortunadamente, una pretensión salarial demasiado alta, o demasiado baja, puede ser desacertada durante un proceso de selección.
Desde los servicios de consultoría, te recomendamos que partas de estudiar tu entorno profesional, así como del posicionamiento de tu rango salarial. Es interesante que conozcas las tendencias actuales de tu mercado, lo que se está pagando en otras empresas del mismo sector y zona geográfica, por perfiles similares al tuyo. Haz un cálculo promedio y quédate con un tramo salarial, que contenga una cifra mínima y máxima. Eso te dará un cierto margen para futuras negociaciones.
Además, analiza y valora las siguientes variables:
- Tu experiencia, que podría incrementar la suma si es amplia.
- Tu actual salario, que podría ser igual o similar al puesto al que te postulas. Considera si el salario que te ofrecen es en bruto o neto y la estructura de su salario base, si vas a tener bonos o comisiones.
- Tu Formación, que en algunas empresas es un plus y se compensa económicamente.
- La responsabilidad y el cargo, que suele conllevar una mayor remuneración.
- El coste emocional o las renuncias de bienestar que te suponga este nuevo puesto.
- Si vas a tener gastos extra, como los del desplazamiento.
- El coste de la vida en la zona de residencia.
2. La realidad de las expectativas salariales
Las empresas cuentan con un presupuesto anual. En realidad, suele estar bastante programado el gasto del sueldo de cada trabajador/a. Es así que, durante las entrevistas de selección, el personal de reclutamiento conoce al detalle si sus cantidades presupuestadas van a coincidir con tus expectativas salariales.
Algunas compañías, no estarán dispuestas a superar ese presupuesto, pues, por su política de empresa, no ofrecerán un salario superior a otro/a empleado/a, que goza de las mismas condiciones y funciones que el resto de su plantilla.
Ocasionalmente, en algunas empresas pequeñas, ocurre que el puesto ofertado no existe aún o es único, siendo la negociación del salario más viable. Sin embargo, en otras, es posible que estimen que tu perfil es fuente de beneficios y obtengan más resultados. En ese caso, cabe la posibilidad de que aumenten la cifra salarial para captar tu talento.
De cómo plantees tus expectativas salariales al personal de selección influirá en su decisión final. La percepción de cómo te valoras y cómo aprecias tus competencias viene favorecida si tu propuesta es al alza. Eso transmite seguridad personal y que sientes que mereces un determinado salario.
En cambio, si pides menos de lo que debieras o demuestras desinterés por el salario, puede significar que no te aprecias lo suficiente. En RRHH saben bien que un salario no satisfactorio, por debajo de tu cualificación y capacidades, va a generarte frustración a la larga. Este tipo posturas, durante una entrevista personal, son motivo suficiente para descarte de un proceso de selección.
Mostrar excesivo interés por lo que vas a ganar en una empresa, tampoco es recomendable. El personal técnico puede interpretarlo como no tienes un interés real por trabajar con ellos, más allá del salario.
Otro aspecto a tener en cuenta en tu pretensión salarial son los incentivos no económicos que pudieran ofrecerte, que beneficien a tu calidad laboral. Ciertamente, no todo es dinero. Muchas empresas recompensan su carencia de salarios altos con otro tipo de recompensas.
En resumen, vas a tener que hacer un esfuerzo por comprender con exactitud “cuál es tu peso en oro”. No conviene caer en la trampa de las expectativas poco realistas. Es decir, no pidas mucho si te falta experiencia, ni tampoco pidas poco, si tu perfil está sobradamente cualificado. Haz un cómputo de cuáles son tus necesidades económicas y busca equilibrarlo con otras expectativas profesionales. Sólo así estarás en condiciones de abrir nuevas oportunidades en esa empresa.
Expectativas salariales: ejemplos
A continuación, dejamos unos ejemplos sobre cómo puedes plantear unas expectativas salariales;
- «Dada mi experiencia en el sector y el hecho de haber trabajado con empresas en la vanguardia en diseño industrial, me parece oportuno un salario de 25.000 a 30.000 € anuales brutos. Por supuesto, estoy abierto a considerar, durante la entrevista personal, a plantear otras condiciones laborales que pudieran ser de mi interés”
- “Me gusta la filosofía de su empresa, los retos profesionales que me ofrecen. En cuanto al salario, estoy abierto y soy flexible. Hablaremos de ello cuando nos veamos en la próxima entrevista”
3. ¿Cómo contestar a la pregunta de expectativas salariales?
Es posible que te genere alguna incomodidad contestar a las preguntas que directamente te solicitan tus pretensiones salariales. Hacerlo adecuadamente implica por tu parte transmitir un mensaje directo, claro, pero sobre todo sutil.
Tu respuesta ha de ser lo más precisa posible y debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Ofrece un tramo salarial y no una cifra concreta, acorde y realista con tu valía y demanda del mercado.
- Si puedes, deja para el final de la entrevista el tema de tus expectativas salariales. Seguramente, después de la entrevista, contarás con más información para decidir qué pedir y hasta dónde puedes pedir.
- Pon énfasis en tu flexibilidad y apertura para negociar.
- Tu pretensión salarial debe ser alta, dentro de unos márgenes que se ajusten a la realidad. Considera que las primeras propuestas de las empresas son siempre a la baja.
- Ten claro que el sueldo que aceptas es de tu completa satisfacción. No cierres nunca una entrevista, si el sueldo o una parte de él no te convence. Háblalo abiertamente, con educación. Si te vendes bien cabe la posibilidad que estén abiertos a una negociación.
- Procura tener preparado un razonamiento argumentando porqué mereces ese salario.
- Si la empresa o el puesto no está dentro de un rango salarial, propón otro según la información que hayas obtenido de tu investigación previa. Destaca tu valía y justifícala acorde a ese precio.
Preguntas sobre salario en una entrevista
Las preguntas sobre salario, ciertamente, buscan conocer tus expectativas económicas, pero además permite a reclutadores/as ver cuál es tu nivel de conocimiento de la profesión y las condiciones del puesto. Tu respuesta, si es realista y ajustada, deja además patente otra serie de competencias tuyas, como tu grado de proactividad, confianza en sí, capacidad de decisión, entre otras habilidades.
Estas serían algunas de las preguntas que te pueden hacer durante una entrevista de trabajo:
- ¿Qué salario estás buscando?
- ¿Qué incluye tu actual paquete salarial?
- ¿En qué rango salarial estás?
- ¿Cuáles son tus expectativas salariales?
- ¿Cuáles son tus pretensiones salariales para este puesto?
- ¿Cuáles son tus expectativas económicas en este trabajo?
Respuestas sobre las expectativas salariales
Estas serían algunas respuestas, para contestar a tus expectativas salariales:
- “En cuanto a la compensación económica, me mantengo flexible. Mi experiencia no es mucha, pero tengo logros alcanzados en otras empresas que avalan que me siento capacitada para abarcar las funciones de este nuevo trabajo. Quisiera, durante esta entrevista, tener la ocasión para contárselo. Podemos valorar el salario al final, cuando ambas partes tengamos información suficiente para llegar a un acuerdo justo y acorde a nuestras expectativas.”
- “En mi carta de presentación le he aportado los rangos salariales de mis trabajos anteriores. Me gustaría partir de esos rangos, porque entiendo que llevo bastante experiencia acumulada, como para que sean inferiores. He visto que su empresa mantiene rangos muy parecidos para las mismas funciones del puesto. En cualquier caso, creo que podemos valorarlo conjuntamente”
- “El sueldo es importante para mí, pero creo que otras condiciones laborales cobran bastante peso en mi elección de este trabajo, como posibilidad de teletrabajar, dietas por viajes, y turnos de trabajo para conciliar. Conozco la política de su empresa, y es relevante cómo han mejorado estas condiciones para su plantilla en los últimos 5 años”.
4. ¿Qué responder a las expectativas salariales?
¿Cómo poner expectativas salariales en cv?
Los profesionales de selección de personal recomiendan a candidatos/as añadir sus pretensiones salariales en la carta de presentación, pero antes, ten en cuenta:
- Adjunta un resumen de los puestos de trabajo con funciones similares que ha desempeñado anteriormente, junto al salario bruto anual, sólo 12 mensualidades.
- Coloca esta información al final de la carta de presentación, para que lo más destacable se lea al principio.
- Muéstrate flexible e invita a hablar sobre el tema durante la entrevista de trabajo.
- Si optas por un puesto a media jornada, e indica salario bruto anual para el tipo de contrato del que se trate.